domingo, 28 de octubre de 2007

Cuándo mi carne recuerda

(O de cómo utilizar las palabras, después de quedarse muda de haberlas gritado).


Quiero visitar tu tribu. Ya sé que sois pocos, casi casi uno solo.
Y contribuir a las mitologías inventadas de cada estrella.
Quiero que el agua estancada, deje de estarlo, si bailo a través de ella.

Quiero que mi carne vuelva a recordar.






miércoles, 24 de octubre de 2007

MR.PUNCH





Mr.Punch es el cuento visual más increíble q haya leido nunca.
Lo lees con el terror absurdo de cuándo eras un niño y te asustaban las cosas que te fascinaban (bueno, ahora sigue siendo un poco así).
Es un cómic que te revuelve las entrañas, te extremece, con una palabra, un color, una fotografia, un desenfoque...vaya ese tipo de cosas que hacen Geilman y McKean cuando se juntan.

La marioneta cruel, te acerca a la inocencia perdida, te adentra al mundo secreto de estos artistas que demuestran que no todo está inventado.

martes, 23 de octubre de 2007

Cuando hablo.... (2ª parte)



A mi pajarillo lo encontré hace tiempo cuándo me dedicaba a caminar.
Caminaba por senderos,
caminaba por las calles, paseaba por mi vida
sin ninguna pregunta que hacerme en el camino.
Caminaba y punto.


Era primavera y me pareció oír un llanto
débil y lejano,
tan lejano que estuve a punto de pisarlo con el pié.

Tan pequeño.

Lo cogí entre mis manos
con mucho, mucho cuidado,
temiendo que con cualquier gesto no meditado
podría romper esos casi inexistentes huesecillos.

Lo amé desde el primer momento.

Latidos,
ese ser ínfimo tenía un corazón,
un corazón que latía,
que le inundaba de calor,
que le quemaba las manos.

El calor, los latidos inválidos me conmocionaron.
Por un momento, fui Dios.
Tenía el poder de arrebatar la valiosa vida con mi mano.
Y en ese preciso instante... dejé de caminar.


Debí haberlo estrujado con mis dedos,
debí tirarlo al margen del camino,
debí abandonarlo a su destino.
Debí haber seguido caminando.
Pero paré
y me lo guardé con cuidado en el bolsillo.

Cuando hablo.... (1ª parte)


He soñado miles de veces,
en tirarme de la azotea.
Pero ni siquiera me he atrevido nunca a asomarme por el muro.

Cierro los ojos y me imagino sobre él.
El aire abrazándome la cara, inflamándome los pulmones.

Disfrutando del peligro.
Disfrutando de las cosas q se saben que son únicas.

La belleza de lo efímero.

De la misma forma,
disfruto de un frágil pajarillo,
en una
pequeña
y triste
Jaula.


Lo amo porque es mío.
El placer de la posesión... no obstante, es un placer triste.
Cada vez que lo miro tengo deseos de soltarlo.
Darle la libertad, poder volar, no tener límite por delante.
Demostrar que eres feliz cantando al sol.

Pero es mío.
Lo necesito enjaulado, cerca de mí.

¿Y si le dejara un día la puerta de barrotes abierta?
¿Seria tan cobarde como yo en la azotea?
Seguramente asomaría su cabecita y subyugado por el miedo, volvería tembloroso a su rama de plástico.

A lo mejor,
incluso se le ha olvidado volar
A lo mejor,
la agonía del encierro ha pesado sobre los cimientos de lo innato.
Todo lo puede.


Mi jaula es mi vida.
A favor tengo que yo misma me puedo abrir la puerta.
En contra, el miedo a comprobar si puedo volver a volar.

viernes, 19 de octubre de 2007

Breve arte de epistolar.

Querido desconocido:
Me llamo Pop.
PopScul.
Soy el alter ego de La Niña Piruleta.
La vigilo desde detrás de su menuda sombra.

Y he de confesar que por las noches miro por la ventana y me da miedito.
Allí fuera podría haber de todo.
Lobos que están deseando jugar conmigo cual muñeco de trapo;
vampiros de un solo colmillo por haber estado comiendo pistachos;
pederastas que lamen helados de nata y fresa...
Todo es oscuro y aterrorizador tras la ventana.


Pero estoy aquí para desmentir la idea errónea de pensar que La Niña Piruleta tiene un perro piruleta.
El único animal que tiene cerca es el gato de Míster Prohibido, el vecino del 3º1ª.
Él dice que su gato vuela.
A veces le ata a la espalda un globo de helio en el lomo y lo suelta por el patio de luces.

Pop dixit


miércoles, 17 de octubre de 2007

Bofetada.

o "De cómo la gente que cree estar sola se olvida de sonreír e intentar hacer sonreír a los demás".


A veces no tienes un buen día.
Lo repasas mentalmente y no es que haya sido especialmente peor que otros, incluso es posible que en general esté bien.

Pero un pequeño desprecio de alguien que quisieras que fuera insignificante te hace rememorar los anteriores días horribles que por tu bien, has ignorado.

Y por mucho que intentas sonreír, por mucho que intentas que los que respiran tu aire sonrían... que intenten hacerte sonreír a ti; la Buena Intención, se aplasta ella misma contra un puto bloque de cemento.

lunes, 15 de octubre de 2007

Haka

Siempre he llebado mal que los hombres bailen.
Pero con estos chicos debo hacer una excepción.


sábado, 6 de octubre de 2007

La nueva Alicia Cap.4

Ahora se hallaba en una larga sala decorada con alas de pelo rosa.

Había varias puertas e intentó abrirlas una tras otra.

Al comprobar que todas estaban cerradas volvió lentamente al centro de la sala. Esa sensación de encierro le provocaba una gran angustia y comenzó nerviosa a pensar en las posibilidades que tenía de salir de allí. Cerca del techo en un rincón había otra puerta bastante estrecha. Al acercarse vio que debajo de ésta en una de esas alas rosas colgaba una etiqueta que decía “Cómeme”.

Al tocar las alas comprobó que era pegajosa. Arrancó un trozo con facilidad y se lo metió en la boca, con dos dedos. Estaban hechas de azúcar como las nubes de feria. Como le parecián bastante asquerosas no siguió comiendo, pero al segundo se encontró totalmente cachonda.

Sonaba la canción deeper and deeper de algún sitio remoto...quizás en su cabeza.

Jamás en su vida se había sentido tan salida.

Resumen del Exilio

Odio los exilios forzosos del dulce hogar.

Me he sorprendido a mi misma dejando que lo que me acompañara por las noches de lecturas varias y cenas de uniplatos de frutas y pastelitos sobre la cama; fuera el canal Eurosport con sus continuos combates de boxeo, moitais y demás contactos violentos de tíos semidesnudos.

Nuevas fibras, nuevos tendones, nuevas formas geométricas que varían al conceder al hombre que las porta, el puro y sensible movimiento animal que procura por su supervivencia.

He de advertir al lector que la oferta televisiva era desalentadora, y que escogiera esta visión de carne no demuestra que sea una degenerada.

Odio los exilios forzosos porque me obligan a pensar demasiado sobre mi misma.
Afloran nuevos pensamientos del vivir, del poder vivir.

Esa agotadora esa lucha de ideas sobre mi misma: yo...............yo...........yo.

En el exilio, tu mente no descansa.

No puedes sentarte y notar el sol en la cara... y con los ojos cerrados reconfortarte con su calor. Con el calor y con la nada.

No puedes.