miércoles, 28 de noviembre de 2007

La nueva Alicia Cap.6



A lo lejos se divisaba una escalera como esas de piscina y sobre ya la superficie una grupo enorme de punkis de rave. También había buitres con gafas de sol, y con la lengua fuera cerca de la deshidratación. Nunca había visto antes tantos punkis juntos y no se sorprendió que se reunieran en un sitio como ese.
Muchos llevaban la boca llena de arena y los demás parecían un poco cabreados. Todos iban empapados y con sus ropas antaño llenas de roña, ahora relucientes gracias al flujo prodigioso.

Entre litrona y litrona decidieron que tenían un problema que resolver de inmediato en sus vidas, desde luego el de secarse y parecer piojosos como antes. Empezaron a hablar acerca del asunto. Alicia sintiese entre ellos como en familia, por lo cual le pareció muy natural estar deliberando con ellos, como si fuera uno más entre los suyos; claro que la birra calenturrienta y las drogas que circulaban ayudaban a ello.

Uno que me resultaba familiar se levantó e hizo callar a todos rompiendo la botella:


-¿Qué pasa si se cultiva una psicología de vendedor ambulante a la manera de los moralistas parisinos de primera y de segunda fila?-.


… Gran silencio… Los buitres ponían cara de buscar la respuesta, otros esperaban con expresión bobalicona.


El punki filósofo carraspeó y con tono doctoral prosiguió:


- Pues que quien hace eso se pasa el día espiando la realidad para llevarse a casa por las noches un puñado de cosas curiosas… Pero qué es lo que acaba saliendo de ahí?-


Como quién considera demasiado ignorante a su interlocutor para concederle más tiempo, ese hombre cascado por los excesos, de enorme y enmarañado bigote, de ojos pequeños y hundidos, enmarcados por unas sienes sobresalientes, siguió la disertación , diciendo:


- un conjunto de borrones, en el mejor de los casos un mosaico, y siempre es algo que es el resultado de sumar varias cosas, algo desordenado y lleno de putos colorines.-


Se volvió hacia Alicia preguntando:


- ¿Te encuentras mejor ahora, niña?-

- Me encuentro tan mojada como antes- dijo Alicia pensando en que ojalá no hicieran alusiones a la versión malinterpretada de la frase.


martes, 27 de noviembre de 2007

Sin tocarte

Hoy he intentado llorar pero las lágrimas me quemaban demasiado y no lo hecho.
Como siempre lo dejaré para otro día.


Prefiero cerrar los ojos y ver a los leones que me observaban durante las noches.
Yo estaba justo en el precipicio de tu cuerpo y te intuía de muy cerca.
Disfrutando de tu sueño.
Sin moverme. Sin tocarte.
Para que no me descubrieras queriéndote (?) en silencio.

Tu mirada me paraliza.
No se muy bien por qué.
Y yo que creía que lo sabia todo.


A ver si mañana hay más suerte.

sábado, 24 de noviembre de 2007

viernes, 23 de noviembre de 2007

Las Alas del Deseo



Cuando el niño era niño

las manzanas y el pan le bastaban de alimento,
y todavía es así.

Cuando el niño era niño,
las fresas que no le cabían en la mano
se le caían,
y todavía es así.

Las nueces frescas le ponían áspera la lengua,
y todavía es así.

Cuando subia a una montaña muy alta
tenía el anhelo de una montaña más alta todavía
y todavia es así.


Se asustaba de los extraños
y todavía se asusta;
esperaba las primeras nieves,
y todavía las espera.

Cuando el niño era niño,
lanzó un palo como una lanza contra un árbol,
y hoy vibra ahí todavía.




Der Himmel über Berlin

El cielo sobre Berlín.
Peter Handke.
(gracias a Vellertigo por el tesoro)

jueves, 22 de noviembre de 2007

miércoles, 21 de noviembre de 2007

La nueva Alicia Cap.5



Y mientras refregaba sus dedos, le iban pasando imágenes inconexas que le ponían a mil.

Ya se estaba corriendo y todo era genial. Con intensos pero pausados espasmos, de su coño manaban cantidades industriales de flujo, tanto que a los pocos minutos que todavía continuaba corriéndose ya chapoteaba en su propia corrida. Flotó sin ningún problema sobre sus flujos, ya que eran bastante densos y como continuaba emanando, el surtidor le servía de propulsor para moverse por la sala ahora inundada.

Cuando llegó al nivel de la puerta estrecha forzó con fuerza el pomo y ésta se abrió arrastrándola a ella con todo ese mar orgánico fuera. Pensó en la posibilidad de morir todavía de una manera más surrealista: ahogada en su propio flujo vaginal. Ese debía de ser su castigo por entregarse con tanta facilidad a la lujuria.

No tardó en oír un chapoteo cerca de ella. Se volvió para ver qué era, temiendo de pronto que fuera cualquiera molesto por estar metido en esa sopa caliente y espesa. O quizás alguien que con tanta feromona se hubiera vuelto loco y viniera a violarla, y en esos momentos lo que menos necesitaba era una violación, con el orgasmo que acababa de tener ya había tenido sexo suficiente para por lo menos dos días.

Poco después comprobó que quién producía aquel chapoteo era una mosca grande como un puño que hacía vibrar sus alas con fuerza para poder librarse del líquido pegajoso. Ya más tranquila porque que una mosca le violara era demasiado improbable , se acercó a ella, y no muy segura de lo que hacía le preguntó:

- ¿No hablarás por casualidad?-.

La aludida la miró con sus cuatro mil ojos inquisitivos, y aunque le pareció que movía ligeramente su trompa peluda, nada respondió.




lunes, 19 de noviembre de 2007

Dichoso garabato que me da vida.



Poco a poco voy encajando las piezas de mi memoria.
Un lunar, una sonrisa, un reflejo de luz sobre tu nariz.
Voy recorriendo poco a poco mis recuerdos, salvando de rincones, palabras, pecas y caricias.
Guardo la sombra de tu mano sobre mi cuello.
Rescato el calor sobre mi espalda de un verano invernal.


Y luego con sumo cuidado uno los diferentes puntos, pero no queda más que un borroso garabato.
Un garabato que desdibuja mi realidad y a la vez le da sentido.

Un garabato que solo necesita una excusa para volver a vibrar para mí.
Un garabato que torpemente me despierta y me da vida.