martes, 27 de octubre de 2009

La Ciencia del Pez Globo


Pertenezco al orden de los tetraodontiformes.
Tengo la cualidad extraordinaria de multiplicar el tamaño de mi ego hasta hacerme intragable ante mis posibles depredadores.

En pequeñas excepciones este dispositivo natural se dispara sin previo estímulo, supongo que por una orden cerebral con el fin de nivelar mis frecuentes bajones de serotonina y de manera más frecuente cuando me siento atacada o asustada.

Y como cualquiera de mi especie, temo que alguien pueda manejarme algún día. Alguien que no tenga miedo a mis palabras punzantes ni al veneno de mis artes. Alguien que pueda sacarme de mi medio natural, dejarme secar al sol mientras conservo el tamaño histriónico de mi ego para convertirme luego en una lámpara decorativa introduciéndome una bombilla por la boca.





martes, 6 de octubre de 2009

Los muertos no se deben guardar.


Llegó con sus zapatos, los de las ocasiones especiales.
Era él.
Y llegó con la sombra helada y el pensar dormido.

En su boca, una sonrisa a medio dibujar, unos labios que nunca decían nada nuevo.
No había ni una sola emoción que asomara de sus ojos que me conmoviera o inquietara.
Ambulaba por el piso y yo a veces le acompañaba en sus pasos absortos. Pero siempre intentaba esquivar el encuentro con su cara. Esa cara que yo había amado y que era mía.


Era él y había vuelto.
Y estaba a mi lado para recordarme para siempre lo sola que me había quedado.




Inspirado en:



viernes, 2 de octubre de 2009

Se acabaron los cuentos

Se acabaron los cuentos, porque hay demasiados muertos en ellos. ¿Por qué al lobo le abrieron en canal para llenarle por dentro de piedras para seguidamente tirarle al rio? ¿Por qué han de quemar a señoras ermitañas en hornos? ¿Cómo pueden comer perdices después de ser tan crueles?

En mi cuento no habían crueldades, solo un baile y mis labios expirando humo. Un lobo nada feroz y un niño bueno andando sobre una raya mal trazada en el suelo con aires de funambulista. Había también un enano en un vientre inacabado y un oído sabio que escuchaba y comprendía. El mundo de Alicia ya me ha sobrepasado. El tablero de ajedrez se ha hecho concreto y confidente. Ya no soy una niña, ya no soy un cuerpo con intención de ser. 

  Se acabaron los cuentos, excepto este, el que recuerdo continuamente.
Beck - Everybodys Gotta Learn Sometime