Mis pies sostienen mi mundo.
Acarician por igual arena, madera o frio mármol.
Reposan sobre mimbre, hierro y hormigón.
No pueden crecer más, y si lo hicieran
seria una persona más fascinante todavía de lo que soy.
Mis pies han cambiado conmigo,
han andado lo que yo he querido
y lo que no también.
Se han hecho conocedores de nuevas caricias
y agradecen cuando recuerdas su existencia.
Ellos trabajan y callan.
Aunque preferirían andar descalzos más a menudo.
Lo sé porque me lo cuentan cada noche,
cuando mis dedos los surcan con cuidado de enfermera.
Mis pies sostienen mi mundo
cuando todo parece que se desploma.
Acarician por igual arena, madera o frio mármol.
Reposan sobre mimbre, hierro y hormigón.
No pueden crecer más, y si lo hicieran
seria una persona más fascinante todavía de lo que soy.
Mis pies han cambiado conmigo,
han andado lo que yo he querido
y lo que no también.
Se han hecho conocedores de nuevas caricias
y agradecen cuando recuerdas su existencia.
Ellos trabajan y callan.
Aunque preferirían andar descalzos más a menudo.
Lo sé porque me lo cuentan cada noche,
cuando mis dedos los surcan con cuidado de enfermera.
Mis pies sostienen mi mundo
cuando todo parece que se desploma.
1 comentario:
ha entrado a formar parte del entramado linkero de budoson, el simpático muñeco articulado a escala. seguiré su desarrollo bloguero con detenimiento.
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