Me subes al lomo de una ballena y de esta forma cabalgamos sobre ella en un mundo que no es el nuestro, que es el de ella.
Tomamos consciencia que somos seres deseantes y pero también objeto de deseo.
El recuerdo utiliza montajes de grabación invertidos y poéticos, de golpe soy una niña en un parque despreocupada por las posturas que reproduce mi cuerpo y en otro momento, soy una mujer lasciva consciente reflejándose en los cristales de un escaparate del sexo.
Tiemblo.
De golpe el cielo asfixia porque se nos ha olvidado respirar, al rato nos hurgamos curiosos las respectivas branquias.
Debajo del agua todo es más complicado pero volvemos siempre que podemos a chapotear.