martes, 4 de marzo de 2008

Red Light



Me encontraba en el distrito de la carne. Allí donde todas las piernas son regalos, incluso las más feas, las más apetecibles, las más exóticas, las menos mirables.
Todo el mundo anda nervioso, incluso el que viene de nuevo, el que reincide y el que se va.
Si nada está rojo es que las cosas van mal.
Allí he visto las miradas más rudas, el animalismo latente se huele.
Y el animalismo patente apesta y te hace sonreír a la vez.


Me pongo la capucha y respiro hondo el aire frio y con aromas. Tras asegurarme que todavía tengo los diez dedos contesto a una pregunta que no logro entender. Me siento de allí, porque "allí" no es ningún lado. Es un espejismo, es un decorado motor del universo. Me siento como todos los demás y eso es agradable por una vez.

Me sorprenden sonrisas cómplices o sinceras. Universo de hombres y muñecas trasnochadas. No ellas, las artistas, sino las demás. Hay minutos rápidos y hay minutos lentos, emborrachados de humo, neones y remordimientos cristianos.
Dante iba muy equivocado.

Volveré seguro, prometí comiéndome un nacho.

1 comentario:

Agartija dijo...

Aún no se que dónde o qué es el distrito de la carne, lo busqué porque leía el libro "El arte de matar" llamado también "El artista de la muerte" de J. Santlofer. Sin embargo por lo que has escrito sobre tu aventura en ese sitio, me da la impresión de ser un lugar un tanto peligroso, a la vez de ser glamoroso, divertido, no lo se... seguro es de esos lugares a los que da ese nervio entrar, pero ya dentro es agradable. Des esos lugares que pese a lo arriesgado que puedan parecer, terminan por seducir.

Como sea seguiré buscando qué es este sitio llamado "El Distrito de la Carne" - esta es la primera referencia al goglearlo jojo-. Y espero además de encontralo, si me parece interesante, poder visitarlo también.

CIAO