Poco a poco voy encajando las piezas de mi memoria.
Un lunar, una sonrisa, un reflejo de luz sobre tu nariz.
Voy recorriendo poco a poco mis recuerdos, salvando de rincones, palabras, pecas y caricias.
Guardo la sombra de tu mano sobre mi cuello.
Rescato el calor sobre mi espalda de un verano invernal.
Y luego con sumo cuidado uno los diferentes puntos, pero no queda más que un borroso garabato.
Un garabato que desdibuja mi realidad y a la vez le da sentido.
Un garabato que solo necesita una excusa para volver a vibrar para mí.
Un garabato que torpemente me despierta y me da vida.
Un garabato que solo necesita una excusa para volver a vibrar para mí.
Un garabato que torpemente me despierta y me da vida.
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